viernes, 4 de junio de 2010

En busca del alma perdida

Hacía días que no leía sus líneas. Le espié, le escuché y me descubrió recién salida de mi rincón. Esquivando obstáculos y prueba final. 

Del frío al calor sin pasar por la primavera. Me distraigo con sus palabras, pongo al sol mis neuronas y me inspira con sus canciones en el cuarto de al lado. De vez en cuando asomo mi cabeza para aprobar con notable alto sus notas pero percibo que acelero su ritmo cada vez que aparezco y sigo escirbiendo. A mí también me da verguenza después de lo injusta que fui. Me contagió sus malas vibraciones y transmití mi energía más sombría. Ha escondido bajo llave el cuchillo que estuvo a punto de destruirnos la pasada noche.

Me impactó ver a ese vagabundo tirado en la acera de esa calle que tanto solía pasar cuando me mudé de las afueras al centro de la ciudad. Se acababa de resbalar y aprovechó ese aterrizaje forzoso para sentarse. Esa mirada es lo más cerca que he estado de la muerte en los últimos meses. Rozaba el mundo de los que ya no están aquí.... Bebía cerveza y ni se inmutó de que le estaba observando en cada uno de sus movimientos. Se le marcaba cada uno de sus huesos electrificados. Tuve la tentación de recogerle, arraparle y abrazarle; susurrarle que todo bien, que no se preocupara. "Estoy aquí. Ya he llegado Preguntarle "¿Qué te ha pasado? ¿Cómo has llegado hasta aquí?". Demostrarle a gritos que es posible despejar el camino de las espinas, bailar con él bajo el sol para que sus ojos volvieran a brillar, enseñarle los colores de las flores que ya han dado sus primeros frutos. Ya no es hora de mojarse entre lágrimas ni lamentarse del atajo que escojimos lleno de captus. La autopista es más cómoda pero es aburrido conducir por asfalto. Si hay piedras se quitan pero caminar descalzos pisando el suelo lleno de escombros que nos marcan los pies de cicatrices, es autolesionarse (...) . Me acerqué un poco más a él clavando mis ojos en su rostro para conectar mi mente con la suya y transmitirle mis pensamientos. En ese instante supe que nos habíamos visto antes ¿Cómo era posible que hubiera cambiado tanto? Me costó reconocerle pero ya no tenía dudas. Era él. Él seguía sin recordar.... Yo continuo con la mirada del alma perdida clavada. De repente intenta levantarse de su rincón y veo a cámara lenta cómo al intentar incorporase vuelve a caerse. Intento recogerle pero cuando mi mano roza la suya, ermpieza a insultarme y a repetirme una y otra vez que estoy loca, que sólo se ha resbalado, que la culpa la tiene el vecino de arriba por regar a esas horas
- "¿Estás insinuando que no valgo por mí mismo?", me preguntaba....
-"Admiro su seguridad"-le repliqué. "Yo puedo con todo y no necesito a nadie. Por eso vivo en la calle. Sois todos unos mierdas. Jodida sociedad y jodido sistema".
-"Mentira. Estás compartiendo la calle con todos los que pasamos, formas parte del sistema te guste o no.
-"¿Quién te crees que eres para robarme mis palabras? Sólo quieres joderme el día"- me contest-.
Pocas veces me ha tratado así un desconocido. Fue precisamente eso lo que me atrajo de ese misterioso hombre. Me dejo llevar demasiado por las señales. Reto igual a emociones fuertes. Le demostraría a toda costa que sus afirmaciones no eran ciertas. Todo valía. No había normas. No fue fácil pero aceptó.
-Con dos condiciones- replicó. "Lealtad y siempre prevaleciendo el nosotros a las circunstancias. ¿Lo tomas o lo dejas?"
No entendía nada pero "trato hecho".
Dos minutos despúes se le cayó el periódico a una señora que pasaba ahí y claro.... con lo torpe que soy me fató tiempo para besar el suelo. Ni se acercó para ayudarme pero no se lo podía recriminar. No formaba parte del acuerdo. Además yo era invencible ¿No? Cuando casi estaba de nuevo en pie me sujeté en su hombro y boom...... su cuerpo arrojado en el suelo.... 2-1, pensé.
-"Al final vas a ganarme" le dije entre risas pero mi sonrisa fue apagándose cuando me di cuenta de que no era una caída más.... Iba en serio. Estaba inconsciente, tirado en la calle y con un cristal clavado de un espejo roto que había en el escaparate de esa tienda. Me quedé blanca y me asusté ¿Llamo al SAMUR? ¿Pero quién les digo que es? Nunca le pusimos nombre... De repente veo que sus brazos comienzan a moverse, recobra la conciencia....
Entre susurros me pregunta -"¿Tú quién eres?" -
-"Soy yo, la persona del pacto, recuerdas?
-¿Pero qué me estás contando? Estás loca, estás distorsionando la realidad. ¿No ves que nos están mirando?
-¿Y qué importa?
Me gire un momento para buscar mi móvil y llamar a urgencias, me inventaría un nombre para él. Tomás, por ejemplo, es mi personaje de novela favorito. Me di media vuelta para ofrecerle mi apoyo pero ya se había ido. Quería salir corriendo y buscarle, golpearle para que se volviera a desmayar y resucitara con memoria pero llegaba tarde y no me dejó de repetir que no me retrasara.

Empezaba a las 22:15 y ya eran y media. No me sentí una más. Tú me convertiste en diferente el día que me estrené contigo en ese escenario cantando. Comprendiste las palabras de Lennon que te intentaba trasmitir. Sí, eres normal pero la respuesta es sí, es un alago. Eres real y rozo la tierra. Resucité entre los muertos el día que me subí a ese coche sin conocerte. Me rodeaban rostros desconocidos pero tus dedos clavados en mi rodilla consiguieron que olvidara mis eternas dudas.

Dejé de creer en dios cuando llegaron los regalos de la comunión. Ahora sólo le pido a la luna. Cuando me acuesto miro el cielo por si pasa alguna estrella fugaz y desear con todas mis fuerzas no volver a soñar esa noche. Es sólo ficción y el peligro es confundirlo con la realidad. 

Nuestro todo está formado por una unión de almas; nuestra parte, es la esencia.