martes, 27 de julio de 2010

Bienvenido Paraíso

Las semanas y meses convertidos en segundos, se han disfrazado de noches y días sin fin. Soy incapaz de saborear tus imágenes cuando paso tan deprisa por tu lado. Necesito dejar de escuchar este ruido para poder contemplarte. Este breve paréntesis me ha alejado de ti. No salgo de casa para no verte. Aire puro, sí, pero no el suficiente para desenredar los nudos que arrastra la gran ciudad. Me cansa andar por tus calles respirando el humo que dejas en cada paso que doy. Tengo que depurarme para poder volver. Cambio mis bailes por la danza del vientre, temporalmente. He encontrado el escenario perfecto para alejarme, respirar y regresar. Todo es diferente. Viajo con maleta para traerte el aire de El Paraíso, el equipaje ligero, para que no me peses. No sustituiría tus atardeceres en tu Templo de Debod por la Mezquita Azul. Preciso re-ciclarme. Por eso te dejo sin decirte adiós.